La cereza es una fruta muy conocida tanto por los mayores como por los pequeños. De forma muy redonda y con unos 2 cm. de diámetro, tiene una hendidura lateral y es de color rojo exuberante u oscurecido, hecho que le proporciona una excelente presencia. De pulpa dulce y jugosa, esta fruta es típica del verano. Empieza a estar presente en el mercado en mayo. También se encuentra en los meses de invierno, gracias a las importaciones de contraestación, principalmente de Chile y Argentina, que proporcionan un producto de calidad similar a la de origen nacional.

Se cree que el origen de la cereza está en la antigua Mesopotamia, y que los Griegos fueron los primeros en descubrir sus propiedades para la salud. Actualmente, España es uno de los principales países productores de cerezas del mundo.   

La cereza es una fruta con propiedades protectoras frente el cáncer, por su contenido en ácido elágico, sustancia que impide la reproducción de células cancerígenas. También hace falta destacar sus excelentes propiedades diuréticas y antioxidantes. Además, es muy recomendable para las articulaciones.   

En sus diferentes variedades, la cereza es una fruta para consumir preferentemente al natural, sola o acompañada de otras frutas o regada con zumos y licores. También se puede utilizar con mucho éxito para la elaboración de mermeladas, confituras y licores.   

La mejor manera de conservar la cereza y mantener su agradable sabor es dejarla en un lugar fresco y refrigerado hasta el momento de comerla.