La Guanábana, Annona muricata L. de la familia Annonaceae, es el fruto de un árbol de igual nombre, de corteza rugosa y de aproximadamente 10 mts. de altura. Los frutos son grandes, de entre 15 a 20 cm. de largo, y cuando se desarrollan todos sus carpelos es de forma oblonga, acorazonada, y con un peso de entre 4.5 y 6.8 kg. Su piel es de color verde al madurar, y posee numerosas prolongaciones parecidas a espinas blandas y dirigidas hacia el ápice. Su pulpa es de color blanco y de aspecto algodonoso, conteniendo numerosas semillas de color negro.   

La Guanábana es originaria del Caribe, México y Centro y Sudamérica. En la actualidad crece en áreas tropicales, húmedas y de baja altitud de todo el mundo, ya que no es exigente en cuanto al suelo.  

Se ha hablado mucho de las propiedades anticancerígenas de todas las partes de la guanábana desde sus hojas y su pulpa hasta sus raíces y semillas debido a su contenido en anonacina, y de hecho se utiliza como remedio natural contra la enfermedad, todo y que existen opiniones contradictorias al respecto. Asimismo, se le considera un agente antimicrobial contra infecciones bacterianas y por hongos, regula la tensión arterial alta, y se le atribuyen propiedades antidepresivas.   

Su consumo es típico en el Caribe y en África y Asia tropical. Tiene un sabor específico subácido y dulce, y es especialmente agradable en helados y refrescos. Todo y que las frutas menos ácidas y de menor contenido en fibra pueden comerse frescas directamente con una cuchara o troceada en ensaladas o cocteles de frutas, su mayor consumo es en forma de jugo, ya sea mezclando la pulpa con agua, o con leche, en cuyo caso, la bebida se denomina champola o carato. 

Se puede conservar en unas condiciones óptimas de 5 a 6 días a una temperatura de 25 a 27 ºC. Para almacenarla refrigerada se recomienda hacerlo a 13 ºC de temperatura.