El limón es un cítrico de la familia de las rutáceas. Generalmente de forma alargada y en ciertas variedades redonda, presenta un pico más o menos acusado. Tiene una piel resistente, sumamente aromática, de color amarillo intenso cuando el fruto está maduro. La pulpa, de color amarillento, brillante, muy jugosa, y llamativa, tiene un sabor ácido y amargo, delicioso, y desprende un aroma incomparable. Contiene en su interior algunas pequeñas semillas. El limón es conocido universalmente por sus numerosas utilizaciones culinarias, y está disponible todo el año. Las variedades más comercializadas son: Verna, Primafiori, y Eureka.

Su origen se sitúa en el sur de China, desde donde su cultivo se extendió a Oriente Medio y posteriormente a Europa hace casi 1000 años. Actualmente se cultiva en toda la cuenca mediterránea, sobre todo en España e Italia, así como en California, zonas que son las más importantes en producción a nivel mundial. También se puede cultivar en cualquier zona tropical o subtropical.

El limón tiene un altísimo contenido vitamínico, sobre todo de los complejos A, B y C. Tiene poder antiséptico, así como propiedades digestivas y depurativas.

El limón tiene centenares de usos culinarios. A los platos de carne, pescado y marisco les proporciona un toque ideal. El zumo es utilizado para muchas bebidas refrescantes, así como en la elaboración de postres y pastelería. En ensaladas, para su aliño, es un sustituto ideal del vinagre.

Los limones se conservan en óptimas condiciones en el frigorífico