El paraguayo es un híbrido del melocotón que posee una particular forma aplanada. Es de pulpa carnosa, dulce y jugosa y su piel es más fina que la del melocotón. Existen diferentes variedades, con diferentes colores de pulpa.

El paraguayo es originario de China, y se cultiva actualmente en zonas de clima templado. En España se produce principalmente en Murcia y Lleida.

Es una fruta rica en antioxidantes por lo que contribuye a reforzar el sistema inmunológico. Posee un gran contenido en fibra y agua, por lo que tiene un gran efecto saciante. Disponen de un alto contenido en magnesio, por lo que ayudan a regular el sistema nervioso. Son beneficiosos para el buen estado de la piel gracias a su contenido en vitamina C y antioxidantes. Finalmente, aportan calcio y fósforo, indispensables para el buen estado de huesos y dientes.

Se pueden consumir al natural, o añadiéndolos a postres, confituras, macedonias o tartas.

El paraguayo se conserva perfectamente en un lugar fresco y refrigerado durante varios días. Es recomendable dejarlos madurar a temperatura ambiente, y luego conservarlo en frigorífico.