La pera procede del peral, de la familia de las rosáceas. Es una fruta exquisita, muy jugosa y rica en vitaminas. Existen innumerables variedades, de formas y colores muy distintos. La mayoría de las peras son de forma cónica o redonda y alargada en la parte superior. El color más común de su piel es el verde, pero existen variantes muy distintas: amarillo, rosado, hasta rojo. Su pulpa, que contiene pequeñas semillas comestibles en el centro, es siempre blanca o amarillenta, y muy sabrosa. La pera está disponible en el mercado los doce meses del año. Aunque la variedad de pera más consumida en España sea la Conferencia, otras variedades importantes en la comercialización son: Passa Crassana Blanquilla, Castells, Comice, Ercolini, Packhams, Williams, Red Barlett, Limonera, etc. Es una fruta cultivada y conocida internacionalmente, cuya importancia comercial es muy alta, dada su utilización no solo para su consumo en fresco sino también en la industria conservera.

Su origen data de muy antiguo, en la zona de Mesopotamia. Los principales países productores son Italia, Francia, España, Holanda, Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Argentina y Chile.

La pera es muy rica en vitaminas A y B, y sobre todo en vitamina C. Tiene un alto porcentaje de azúcares y sales minerales. Es un alimento ideal para cualquier dieta.

Es mejor comerla al natural en su mejor punto de madurez para disfrutar de sus cualidades organolépticas, y de su pulpa tan aromática, jugosa y sabrosa. Dada la diversidad de variedades, siempre habrá una variedad que se adapte a cualquier paladar más que otra. También se puede mezclar en macedonias o frutadas, a las que dará un toque aromático incomparable.

Las peras se conservan perfectamente en frigorífico varios días. A temperatura ambiente tienen un rápido proceso de maduración.