La uva es la fruta comestible de la cepa de la parra. Está formada por un racimo de granos que, según la variedad, varían en forma, – redonda o alveolada -, medidas y coloración – dorada, amarillenta, negra, etc. Su pulpa, delicada y dulce, es crujiente pero de consistencia suave; y en el interior aloja unas pequeñas semillas comestibles.

El cultivo de esta fruta se remonta a la antigüedad. Ya conocida en la antigua Grecia, los Romanos la extendieron a otras regiones de Europa. En la actualidad, los principales países productores son España, Francia e Italia. También se comercializa en Europa uva de contraestación, que proviene del hemisferio sur, principalmente de Sudáfrica, Argentina y Chile.  

Esta fruta, de variadas cualidades nutritivas, es un alimento muy completo y recomendable para el ser humano. Es rico en azúcar, agua, sales minerales, micro-elementos y vitamina C. Sus características depurativas y nutritivas hacen que el sector dietético la considere un producto de consumo obligatorio. Estudios científicos también le atribuyen cualidades anticancerígenas.  

La uva es una deliciosa fruta de mesa que se consume fresca para poder disfrutar de su sabor peculiar más o menos dulce, según la variedad. Imprescindible acompañante de macedonias, les da un toque de dulzor y color. También se puede comer en forma de pasas (sultana – sin semillas – y moscatel) o bebiendo su mosto.

La uva se conserva en las mejores condiciones en un lugar fresco y seco, o bien en la nevera.