La ciruela es de forma ovoide o redonda en la mayoría de las variedades, aloja un hueso que contiene una semilla de pequeño tamaño. La apariencia, el color, el volumen y el sabor de esta fruta dependen de la diversidad de variedades que hay. Entre las más conocidas en la producción local se encuentran las antiguas Golden Japan, Claudia Falsa, Claudia Reina y Santa Rosa. La Claudia Reina es una de las más dulces y exquisitas; de tamaño pequeño y de pulpa verdosa, tiene excelentes cualidades gustativas. La temporada de la ciruela va de mayo a octubre. De enero a abril se encuentran ciruelas de contraestación, principalmente de variedades más modernas: Larry Anne, Laetitia, etc.

El origen de la ciruela se sitúa en Asia, y más concretamente, entre las regiones del mar Negro y de Asia Central. En la actualidad, los principales países productores se encuentran en la cuenca mediterránea, en Sudáfrica, Chile y Argentina. En España, las zonas más productoras son: Cataluña, Zaragoza, Valencia, Murcia, Sevilla y Córdoba.

La ciruela es una fruta que destaca por sus propiedades laxantes y digestivas. Es beneficiosa para el tratamiento del estreñimiento en personas delicadas y es muy recomendable para los resfriados y la tos. También es rica en azúcares y carbohidratos. Además, es un componente importante en dietas adelgazantes porque muchas de sus variedades, en estado fresco, tienen un bajo contenido en calorías.

La mejor manera de consumir la ciruela es comerla al natural. Pero también se puede comer hervida o seca. También es una fruta muy utilizada para la elaboración de confituras y mermeladas.

La forma ideal para conservar ciruelas es guardarlas en un lugar fresco, como la nevera. Para disfrutar su sabor exquisito, es mejor sacarlas de la nevera un poco antes de comerlas, sobre todo si están maduras.