El Maracuyá es un fruto de la familia de las pasifloras, del mismo grupo que las denominadas frutas de la pasión. Su color oscila entre verde brillante, y amarillo cuando está plenamente maduro. Tiene una forma redonda y presenta una piel gruesa pero no dura. Su pulpa, exquisita y muy jugosa, es ligeramente más ácida que la de la fruta la pasión. Al igual que ésta, contiene una multitud de semillas pequeñas que forman parte de la pulpa gelatinosa que tiene un sabor muy tropical y refrescante. El maracuyá se encuentra en el mercado todo el año.

El Maracuyá tiene su origen en América central. Actualmente, los principales países productores son Colombia, Sudáfrica, México y Australia.

El maracuyá contiene un alto porcentaje de fósforo, proteínas, vitaminas A y C, calcio, y hierro, lo que contribuye a una dieta sana y equilibrada.

La mejor manera de saborear un maracuyá es comiéndolo al natural. Se corta en dos y se come la pulpa con una cuchara. Para un postre imprevisto, también se puede utilizar el maracuyá y preparar en pocos minutos un sorbete delicioso. Además, se utiliza el maracuyá en macedonias, ensaladas, y en cócteles de todo tipo, a los que dará un toque tropical muy especial.

Los maracuyás se conservan perfectamente en un lugar fresco y seco.