Perteneciente a la familia de las Quenopodiáceas, la remolacha es una raíz profunda, grande y carnosa propia de zonas costeras o de terrenos salinos templados. Su forma es casi esférica de forma globosa, aunque en algunas variedades puede ser plana o alargada. Su diámetro es de entre 5 y 10 centímetros y puede pesar entre 80 y 200 gramos. Su color puede variar del violáceo hasta el marrón y su pulpa es de color rojo oscuro. Presenta un sabor dulce al contener gran cantidad de azúcares.

La remolacha común procede de la especie botánica Beta marítima, originaria de la zona costera del norte de África. Su cultivo data del siglo II a.C. Su consumo está muy difundido por todos los países de clima templado, en especial en Europa, siendo Francia e Italia sus principales productores.

La remolacha es una buena fuente de fibra. Entre sus vitaminas destacan los folatos, que intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos en el sistema inmunológico.Se trata de una hortaliza rica en potasio. También posee, aunque en menor cantidad, magnesio, fósforo, yodo, sodio y calcio. En sus hojas abunda el beta-caroteno y minerales como el hierro y el calcio.

Se emplea como ingrediente principalmente de ensaladas. Las raíces frescas se suelen consumir cocidas a modo de hortalizas.

La remolacha se ha de mantener en la nevera en el interior de una bolsa de plástico ligeramente perforada para facilitar el tránsito de aire. No se recomienda congelar la remolacha cruda porque se reblandece.