Conocido y consumido en los cinco continentes, el tomate es una hortaliza imprescindible a diario en una dieta sana y equilibrada. Es una hortaliza que pertenece a la familia de las Solanáceas, de la que existen innumerables variedades que se distinguen unas de otras por su forma y color. Sin embargo, en esta descripción nos centraremos en las variedades más tradicionales. Su forma es esférica, aplastada por ambas caras, y su color es rojo intenso brillante cuando está maduro. En su interior se encuentra la pulpa, suculenta y muy jugosa, que se presenta alojada en celdillas llenas de minúsculas semillas comestibles. El tomate se encuentra en el mercado todo el año.

El tomate tiene su origen en Sudamérica. En la actualidad, los principales países productores son España, Holanda, Francia, Italia, Bélgica y Marruecos.

El tomate es muy refrescante y proporciona vitamina A y C, calcio, hierro, fibra y proteínas.

En fresco o cocido como guarnición, el tomate es el acompañamiento ideal para cualquier ensalada, y resulta especialmente refrescante en verano. Ofrece siempre una excelente presencia por su color y aspecto brillante. También se consume con mucha frecuencia en cualquier plato de carne o pescado, entero o cortado, así como en guisos y salsas. El tomate es el ingrediente base de cualquier salsa para pasta y de diversos platos de carne.

El tomate se conserva en óptimas condiciones en frigorífico.